Acabamos de celebrar el tiempo litúrgico de Navidad. Recibimos a Jesús que venía como un dios vulnerable, desarmado, necesitado, pequeñito,…Aún resuenan en nuestros oídos esos ecos de alegría, de ternura y paz de la Navidad.
Pero de verdad ¿Hemos salido a su encuentro?, ¿lo hemos acogido?¿ Nos hemos ENCONTRADO personalmente con Él?
Nos dice el Evangelio que los Reyes Magos buscaron a Jesús, caminaros hacia Él, lo encontraron y le ofrecieron dones, pero luego, al regresar a su país, se fueron por otro camino, ya no eran igual que antes de verle… y es que ENCONTRARSE con Jesús no deja indiferente a nadie.
Si tu Navidad ha sido un ENCUENTRO con Jesús, tu vida, seguro que en algo ha cambiado. El camino de vuelta es otro ¿A qué si?
M. Ma S. Leyún