martes, 15 de mayo de 2012

AHORA QUE ACABA EL CURSO





Ahora que acaba este curso quiero compartir mi experiencia con vosotros, una experiencia que lamentablemente tenemos unas pocas personas, las que formamos el Proyecto Oratorio, ojalá al leer esto alguien más se anime.

Cuando hace cinco años me lo propusieron me daba miedo y curiosamente, cuando esta semana pasada recordamos: Presencias, vivencias, canciones, recuerdos, un gesto, una frase … que había calado en los niños, uno de ellos me dijo que al principio sintió miedo. Le daba miedo porque no sabía lo que era, ni donde lo iban a llevar. Poco a poco, nos hemos ido conociendo y lo más importante conocemos poco a poco la vida de Jesús y su OBRA.

El momento de oración es cortito pero muy intenso. El oratorio es un sitio especial, todos nos sentimos muy a gusto, nadie tiene miedo a equivocarse ni a decir lo que siente, aquí no se juzga a nadie porque todo se hace con mucho AMOR, y los niños tienen mucho dentro de ellos y son los que mejor lo transmiten aunque a veces con las prisas no los escuchemos.


Hemos aprendido a dar “gracias”, que en estos tiempos es tan difícil de escuchar, recordamos cada día lo afortunados que somos por todo lo que nos rodea, nos sentimos queridos, nos respetamos. Hemos aprendido la diferencia entre pobres y necesitados. Hemos aprendido a compartir.


Cerramos los ojos, mirando hacia dentro…., como dice nuestra canción y aunque solo sean unos instantes sentimos PAZ, es más hemos aprendido a valorarla.

Allí cada semana nuestra propuesta es:

HACER EL CAMINO FACIL A LOS DEMÁS”

Una colaboradora del Oratorio