Hoy el Oratorio ha sido una
vez más especial.
Digo una vez más porque cada
día los niños lo hacen especial.
Compartimos nuestro tiempo,
nos sentimos todos muy a gusto.
A veces cuando tengo la sensación
de que no les sé llegar siempre hay una niña o un niño que hace que
todo cambie, con una sonrisa, con un gesto o como hoy cuando una niña ha dicho
que si entrara Jesús en persona le diría:
-Bienvenido a mi casa
Hoy que todos vivimos
corriendo, que no somos capaces de disfrutar del tiempo, de la familia, de
nuestros hijos, de saborear todo lo que tenemos e incluso a veces todo nos molesta. Hoy unos pocos elegidos
tenemos el proyecto ORATORIO donde todos juntos aprendemos a dar las gracias, a
desear de corazón los buenos días, a estar tranquilos, a no gritar, allí nadie
se enfada y allí cabemos todos.
Que afortunados son vuestros
hijos de poder acudir aunque solo sea media hora a la semana y yo de ser su
compañera y colaboradora en este proyecto.
Preguntad a vuestros hijos que es el Oratorio,
en una palabra. Os sorprenderéis.
-Paz, tranquilidad, respeto, estamos
relajados, oración, sitio especial…
Si tuviera que contestar yo:
Conocimiento, conocer cada día un poco más de la vida de Jesús y con ello
aumentar mi fe.
Colaboradora