Acabamos de celebrar en Madrid el IV encuentro de formación interprovincial oratorio de niños, cuyo título era “el oratorio como ámbito de interioridad”. En el encuentro participamos animadores de todos los colegios de Claretianas de España. Éramos un buen número de participantes de toda índole: muchas madres, alguna abuela, profesores y religiosas misioneras.
Haciendo historia, este proyecto lo iniciaron las Claretianas en Oviedo hace 6 años y luego lo fueron introduciendo en el resto de centros Claretianos. Nosotros fuimos de los últimos en implantarlo, pero a veces lo bueno se hace esperar. Según va creciendo el proyecto en cada centro, se va adaptando a sus peculiaridades, en algunos centros tienen dos espacios preparados porque con uno no cubren todas las necesidades. En algunos colegios están más implicadas las madres, en otros más los profesores, pero la esencia y la metodología es la misma: “Acompañar a los niños para que descansen en Jesús”. Ha habido y sigue habiendo todo un trabajo de preparación de materiales para hacer las sesiones, está sistematizado y diferenciado según la edad a la que van dirigidas. Y en todos los centros de claretianas nos basamos en el mismo material. Además de las fichas hay dos CD de cantos específicos para el oratorio que facilitan el proceso de interioridad y encuentro con Jesús.
No somos innovadores, los colegios Escolapios llevan años haciendo oratorio, una de las participantes del encuentro, que ahora es profesora, de niña estudiaba en los escolapios y participaba en el oratorio. Es un testimonio de que vamos por buen camino, de que nuestra siembra da frutos, aunque a veces nos cueste creerlo.
Aquí, en Zaragoza, es un proyecto de centro en el que estamos implicados profesores de todas las etapas, una persona del departamento de administración, madres, una abuela y una misionera. A parte del material al que hacía referencia antes, anualmente hacemos una jornada de formación local y semanalmente al prepararnos las sesiones llevamos a cabo una valiosísima formación tanto para nuestros niños como para nosotras mismas.
Este curso hay 12 grupos, que recogen a los alumnos de 3º de Educación Infantil, de 1º y 2º de primaria. Antes de empezar se confecciona un horario con los grupos y en función de la disponibilidad de los animadores se les asignan dos para que acompañen al grupo hasta fin de curso. Somos 17 animadores, el grupo de personas es un lujo, cada una con sus ocupaciones (que sé que son muchas) dedica parte de su tiempo a prepararse y a estar con los niños en el oratorio. El grupo está abierto cualquier persona que le apetezca puede participar poniéndose en contacto conmigo o los tutores de los alumnos.
A mí, saber que no estoy sola, que en el grupo estamos todos a una, o a uno, Jesús. Saber que a la vez que yo estoy orando con los niños, en Carcaixent, Oviedo o Zafra… otro grupo está haciendo lo mismo que nosotros. Saber que hay personas que están trabajando elaborando y perfeccionando los materiales elaborados. En definitiva, saber que hay tantas personas con ilusión respaldando el proyecto y trabajando por él me ayuda y me hace sentir orgullosa de pertenecer a él.
No somos innovadores, los colegios Escolapios llevan años haciendo oratorio, una de las participantes del encuentro, que ahora es profesora, de niña estudiaba en los escolapios y participaba en el oratorio. Es un testimonio de que vamos por buen camino, de que nuestra siembra da frutos, aunque a veces nos cueste creerlo.
Aquí, en Zaragoza, es un proyecto de centro en el que estamos implicados profesores de todas las etapas, una persona del departamento de administración, madres, una abuela y una misionera. A parte del material al que hacía referencia antes, anualmente hacemos una jornada de formación local y semanalmente al prepararnos las sesiones llevamos a cabo una valiosísima formación tanto para nuestros niños como para nosotras mismas.
Este curso hay 12 grupos, que recogen a los alumnos de 3º de Educación Infantil, de 1º y 2º de primaria. Antes de empezar se confecciona un horario con los grupos y en función de la disponibilidad de los animadores se les asignan dos para que acompañen al grupo hasta fin de curso. Somos 17 animadores, el grupo de personas es un lujo, cada una con sus ocupaciones (que sé que son muchas) dedica parte de su tiempo a prepararse y a estar con los niños en el oratorio. El grupo está abierto cualquier persona que le apetezca puede participar poniéndose en contacto conmigo o los tutores de los alumnos.
A mí, saber que no estoy sola, que en el grupo estamos todos a una, o a uno, Jesús. Saber que a la vez que yo estoy orando con los niños, en Carcaixent, Oviedo o Zafra… otro grupo está haciendo lo mismo que nosotros. Saber que hay personas que están trabajando elaborando y perfeccionando los materiales elaborados. En definitiva, saber que hay tantas personas con ilusión respaldando el proyecto y trabajando por él me ayuda y me hace sentir orgullosa de pertenecer a él.
Sara Gutiérrez (coordinadora del proyecto oratorio)
3 comentarios:
cierto! no estamos solos. Y esta confianza es la presencia que sostiene la experiencia del oratorio. ¡Qué bueno poder experimentarlo y ayudar a otros, niños y no tan niños a que puedan vivirlo en su propia carne!
Gracias a todos los que lo hacéis posible. Mucho ánimo
La fuerza del Oratorio está en el formidable grupo humano que formáis parte de él. Mucho ánimo y adelante con este maravilloso proyecto.
Pienso que tiene que ser una experiencia muy gratificante, muchas madres trabajamos y no podemos colaborar, en esta vida tan frenética que llevamos y que hacemos llevar a nuestros hijos, un momento de paz interior me parece casi increible y seguro que muy positiva.
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