Esta pregunta se responde en el Oratorio cada semana, aunque especialmente se cumplió en la Celebración de regalos. Fue un día especial en el que todos los niños, voluntarios y familiares que nos acompañaron estábamos nerviosos, expectantes e ilusionados. La humildad y bondad de nuestros niños fueron los pilares principales para que esta celebración pudiera realizarse: ¡Gracias!
Para nosotras, que hemos empezado este año como voluntarias en el Oratorio, fue una experiencia preciosa. Nos dimos cuenta de cómo ellos viven lo que cada semana vemos en el Oratorio: quieren ser amigos de Jesús. Nos sorprendió ver como entregaban, con todo su corazón, ese regalo que tanto les gustaba, a personas más necesitadas que ellos…. “doloroso” pero muy gratificante.
Como Jesús nos dijo… Dios nos devolverá el ciento por uno de lo que hacemos. Los regalos se llevaron a la guardería del Santo Refugio, ¡imaginad sus caritas de felicidad y la alegría que sintieron esos niños al recibir los regalos!... e imaginad también las caritas de nuestros niños reflejando la misma felicidad cuando, en la sesión siguiente, les contamos que sus regalos ya se habían repartido.
Gracias a todos por ofrecer una oportunidad a los niños más necesitados y por darles luz entre tanta oscuridad….
Andrea y Cristina. Voluntarias del Oratorio
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