jueves, 18 de noviembre de 2010

GRACIAS A DIOS


¡Cuántas veces decimos esta frase!
Estoy segura que no siempre somos conscientes de lo que en realidad dicen sus palabras, pero si, Gracias a Dios.

Esta semana con los alumnos en el oratorio leímos diversos capítulos de la Biblia con los que los niños han comprendido  la importancia de ser agradecido, y de tener fe.
Luego ellos lo aplican a su vida diaria y reconocen la suerte que tienen. Principalmente dan gracias a Dios por sus familias y algunos porque Jesús tiene un corazón tan grande, que en él cabemos todos y por crear el mundo. Ser agradecido sana por dentro y ellos lo experimentan.

Sentirse afortunado choca frontalmente con ser caprichoso y exigente y a nuestros niños se les acusa de ser así. Hoy hemos comprobado que en su interior, en su corazón hay bondad y sobre todo mucha gratitud, se han sentido agradecidos.

Yo quiero dar gracias a Dios por lo que cada día me aportan estos niños en el oratorio.

                                                                                                                                              Sara Gutiérrez

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me ha gustado mucho las fotos